Cuando todo se parece demasiado...

Como aquellas veces. El tiempo, es inevitable, ha pasado para los dos. Hacía tantísimo tiempo que no nos dábamos un achuchón... Venías amenazando desde varios fines de semana atrás, pero entre unas cosas y otras nunca podíamos quedar... y en fin, así hasta ayer, que al filo de la mandarina de la comida, llamaste para decirme que ¡Ya! Y bien, así fue... Lugar de destino... el oso. Hora... las cinco y cuarto... Objetivo... completamente desconocido. Ha sido una semana de esas en las que el pasado te viene a visitar. Demasiado larga y demasiado corta al mismo tiempo. Dos visitas al Corte Inglés, dos visitas a la Plaza Mayor, y ambas en circunstancias y situaciones diferentes... y ambas me encantaron. Hacía años que no iba por la Plaza Mayor y en apenas cuatro días he estado dos veces. Me valió para comprobar que sigue igual que siempre. Los mismos puestos de antaño, las mismas figuritas, los míos ríos, musgos, arbolitos de plástico y las mismas pelucas y bromas que nunca entendí qué hacían allí. Estaba todo igual menos yo. No recuerdo cuando fue la última vez que fui a la Plaza Mayor en Navidad, pero no exagero si digo que puede que hiciera siete u ocho años. Del miércoles al sábado, los dos días que la visité, la cosa cambió bastante... el miércoles daba gusto andar por allí, con todo semivacío, sin empujones, pisotones, y el agobio colectivo que el año que viene seguro que nos empiezan a meter en Julio... rápido rápido, que sólo quedan 5 meses para Navidad¡¡¡ Ayer por el contrario, todo era gente, y más gente, y más gente... demasiada gente y demasiadas pocas personas... ni un simple perdón, o un lo siento si como en el 80% de los casos casi te sacan los ojos con el paraguas de turno... si joder, mojarse es muy sano¡¡¡ Me pusiste al día de cómo están todos los cabroncetes de la cuadrilla... y bueno, tampoco me sorprendió demasiado saber que el único sin “novia” soy yo... joer, todos ennoviaos... jajaja, quién nos lo iba a decir¡¡¡ Luego un par de besos en una de las muchas salidas de Sol, un abrazo, y otro par de besos... que a saber hasta cuando no nos volvemos a ver... aunque espero que no tardemos tanto como ahora... y cosas del destino... que me viene acompañando últimamente bastante... según bajabas las escaleras del metro como el viejo amor que se va... vas y te cruzas con otro viejo amor que subía... Creo que si alguien vio mi cara en ese momento debió alucinar, porque no podía por menos que esbozar una sonrisa como diciendo... ¡joder, manda huevos, no os veo en años, y ahora, en un mismo escalón, os tengo a las dos! Si he de ser sincero... no me apetecía pararme a saludar y además tenía un recado que hacer... así que con la sonrisa aún en mi cara, que debía ser una gran cara de gilipollas... me dirigí a la Fnac a comprar un Cd de música... otra vez gente y más gente y más gente... volverme loco hasta encontrar el disco, que no sabía el nombre de la cantante y sólo tenía la memoria fotográfica de la portada, y ya una vez encontrado, voy hasta una cajera que debía ser nueva la muchacha... que muy maja sí, pero lenta de cojones¡¡¡ y para colmo se le había olvidado darle el ticket a la chiquita que iba delante mía, y me empieza a contar su vida de si todo lo que llevaba era para regalo y fíjate, se me ha olvidado dárselo, yo lo guardo aquí por si acaso vuelve... y yo... sí, claro, porque lo va a tener complicado como no guste algo... y ella, claro, claro, por eso... vamos, que así un rato y yo riéndome de la situación... tanto es así, que al final casi se queda con mi tarjeta de crédito¡¡¡ qué caos¡¡¡ jajaja... pero lo dicho, menos mal que al menos era simpática... Luego llegó mi fase Forrest Gump... sí sí, si alguno tenía alguna duda de si era tonto o no... esto os sacará de dudas... emulando la fase de la película en la que nuestro querido Forrest se pone a correr y no para... yo, me dije... pues podría bajar andando hasta Principe Pío y luego allí ya me saco el abono y me pillo el metro... así que bueno, me bajé andando desde Callao hasta Príncipe Pío con una ligera lluvia cala-bobos... Luego, cuando ya llegué a Principe Pío, sabía que existía una tienda de Canon justo detrás del centro comercial, así que fui para allá, pero resulta que la tienda no es tienda, es atención post venta, y encima estaba cerrada, así que mi gozo en un pozo... Como ya estaba mojado y pasaba de agobios en el metro me dije... y si sigo andando hasta llegar al barrio de mi abuelo... que para quien no lo sepa es en la Ermita del Santo. Pues bien, como me aburría y no tenía otra cosa que hacer... seguí andando desde Príncipe Pío pegadito a la verja de los Campos del Moro, crucé el puente, fui por donde está el Chacón, bar muy recomendable por cierto y así llegué a la parte de atrás de la Ermita del Santo... podría haber ido a coger el 17 y que me llevara a mi casa... pero dije... bueno, si ya he llegado hasta aquí, por qué no sigo hasta el barrio de mi abuela... que para quien no lo sepa es justo enfrente del Gómez Ulla en la salida de metro de Carabanchel... pero según iba andando me dije que total, para eso me iba al Carrefour del Plaza de Aluche andando... así que nada... atravesé todo el barrio de Lucero y llegué al final del parque Arias Navarro... dejé atrás la estación de metro de Aluche y llegué al Carrefour, y como a fin de cuentas, de Carrefour a mi casa no hay más de diez minutos andando, lo que sí que hubiera sido gilipollas es coger ahí el autobús... así que nada... de Callao a mi casa andando dando una vuelta y en más o menos una hora y media sin parar... me valió para hacer ejercicio, para darme cuenta que no estoy tan mal y que las piernas aún responden, y de que tengo una mierda de botas que me han dejado ampollas en la planta del pie... Luego cuando llegué a casa empapado, eso sí, y con dolor de pies, había amigos de mis padres para cenar... amigos que en realidad son conocidos de toda la vida... para que os hagáis una idea son las amigas de instituto de mi madre, que siempre quedan dos veces al año... una en Mayo y otra ahora en Diciembre... y bueno, pues a cenar tocaba mientras veía el fútbol... al final me acosté a eso de las cuatro de la mañana y eso que no salí¡¡¡ Aunque de todos modos, sí he hecho varios viajes al pasado que en ocasiones, me han dado muchas fuerzas para algunas cosas, y me han robado más de una sonrisa tonta... También viajé al presente y a un mundo de pijamas estampados de vaquitas muy saladas y antieróticas... pero también fue un día muy especial... y así y con todo, pues hasta hoy, que tengo sueño y eso que casi me levanto a la una¡¡¡ pero en fin... es lo que hay... besos y abrazos según corresponda y necesidades vitales de cada uno... Por cierto, es muy recomendable ver el último capítulo de Huérfanos Electrónicos... en el que salen las tortugas ninja¡¡¡ jajaja que lo ví el otro día y es genial... ya esperando el desenlace... qué pasara.... lo dicho... adioooooooooooossssssssssss.....


Puede que sí o puede que no... lo que es seguro es que te voy a echar de menos... si, a ti.