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domingo, octubre 08, 2006

Texto que leí en la boda de mi hermana...

Cuando no se acepta un “no” como respuesta, sigue existiendo la posibilidad de conseguir lo que se quiere... Hoy es un sábado cualquiera, de un Octubre cualquiera, en un lugar cualquiera. El sol ha salido a la misma hora, aproximadamente, que lo hizo ayer, y muy probablemente se oculte a horas semejantes... Os decía que cuando no se acepta un “no” por respuesta sigue existiendo la posibilidad de conseguir lo que se quiere. Cuando no se acepta un “no” como respuesta se tiene la facultad de volar entre las nubes, porque todo es posible. Cuando no se acepta un “no” como respuesta se puede entrar en la locura y jugar a ser niños... se puede envejecer y recordar aquello que olvidamos sin haber debido nunca jamás olvidar. Cuando no se acepta un “no” como respuesta empezamos a ser libres para poder soñar... para imaginar que todo está al alcance de la mano... Cuando no se acepta un “no” como respuesta, empezamos a comprender el valor que tienen los sies... y la paz que dejan cuando son verdaderos. Cuando no se acepta un “no” como respuesta aceptamos que la enfermedad no es invencible y que cuando llegue la estaremos esperando, únicamente para vencerla. Cuando no aceptamos un “no” como respuesta, asumimos que nada ni nadie puede hacernos daño, que nada ni nadie puede rompernos en pedacitos de papel y esparcirnos al viento, y sencillamente no pueden porque no aceptamos un “no” como respuesta. Cuando no aceptamos un “no” como respuesta suponemos que tenemos el don de querer a cada instante, de saber besar a quien quiere ser besado, de saber amar a quien quiere ser amado y de encontrar a la persona que siempre quiso ser encontrada. Cuando no aceptamos un “no” como respuesta sabemos que tenemos la posibilidad de lograr cualquier deseo, de saltar a capturar estrellas, de andar sobre el agua, de soñar despiertos... Cuando no aceptamos un “no” como respuesta debemos comprender que somos nosotros los que hacemos nuestra vida, y no es la vida la que nos va haciendo a nosotros. Cuando no aceptamos un “no” como respuesta intuimos que sabremos abrir todas las puertas, que encontraremos el camino, que sabremos resolver todos los enigmas y problemas. Cuando no se acepta un “no” como respuesta aprenderemos a viajar en el tiempo, a dudar, a hacer crucigramas sin más compañía que la luz de una vieja lámpara esquinera y unas rotas gafas de ver de cerca. Cuando no se acepta un “no” como respuesta sabemos que no existen las despedidas, que no hay “adiós”, ni “hasta luego”, ni “nos vemos”, que no olvidamos, que nadie se irá muy lejos. Cuando no se acepta un “no” como respuesta aprendemos a decir que sí, que puedo, que seguro, aprendemos a querernos un poquito a nosotros mismos, capaces como somos de lograr todo lo que los noes no nos dejan. Cuando no se acepta un “no” como respuesta aprendemos que el amor son muchas cosas... que el amor, por ejemplo, es exhortación, es pasado borrascoso, es “Utopía” sin isla. Que el amor es beso en blanco y negro, carta guardada en el cajón, sabor añejo casi olvidado, sonrisa tonta involuntaria. Que el amor es estrofa rota, es timidez y temblor, es nube gris en la mente. Es lienzo de rencor, es oro y plata, es recuerdo placentero, susurro cómplice. Las letras de un “te quiero”, es fantasía sin fondo, es fuente sin agua, es agujero negro. Es una mentira apaciguada, es novela rosa, es broma pesada, diccionario sin definición. Es una parte del abecedario, pasión sin pasión, es deseo con azúcar y miel, es sentimiento con miedo, es duda y fábula, música y banda sonora, placer y odio, hurto de puntillas. Es ser primero en algo, es boda y arroz, es confesión desesperada, es guerrero herido, es última parada, carcaj sin flechas, pasar de años, dolor de tripas. Amor es corazón, Iglesia y hotel, calle y prostitución, es naranja sin mitad, es libro sin índice, es dinero, es teología, eres tú, soy yo... sois vosotros... y ya al final, os voy a pedir una única cosa, sólo una... que nunca, que jamás... os atreváis a aceptar un “no” como respuesta... y ya sabéis lo que tenéis que responderme porque yo, no acepto el “no” como respuesta...

1 comentario:

Por Mariña Camba dijo...

gracias! este texto me ha inspirado para la boda de una persona que es como mi hermano!